¿Puede una casa moderna y minimalista ser el ‘dulce hogar’ de una familia con niños pequeños?
Sí, siempre que la funcionalidad se alíe con la estética y el diseño, creando espacios cómodos para vivir, poco recargados y con mobiliario fácil de mantener y cuidar.
¿Puede una casa moderna y minimalista ser el ‘hogar dulce hogar’ de una familia con niños pequeños? Sí, siempre que la funcionalidad se alíe con la estética y el diseño, creando espacios cómodos para vivir, poco recargados y con mobiliario fácil de mantener y cuidar.
Los tonos neutros, con el gris a la cabeza es una buena opción dotándola, al mismo tiempo, de una elegancia desenfada y natural. La entrada, amplia y funcional, otorga pistas de cómo será el resto. Un armario con zapatero y módulos abiertos para el bolso y las mochilas. El puf, situado estratégicamente en una esquina, es muy cómodo para descalzarse al llegar.
La cocina mantiene el mismo estilo decorativo, minimalista, funcional y urbano, con un diseño impactante visualmente, pero muy cómodo para el día a día. Con electrodomésticos integrados y el horno y el microondas en columna, se ha distribuido en línea, en un frente que alberga tanto la zona de aguas, como la de fuegos y almacenaje. Nos llama la atención el juego de materiales, preciosa la pared de piedra y la campana decorativa. También es bueno dar mucha importancia a la iluminación, con focos empotrados en el techo, lámparas suspendidas en la mesa de comedor y luz puntual para alumbrar la placa o las estanterías.
Amplio, luminoso e impactante, en el dormitorio de matrimonio se apuesta también por los tonos neutros y la mezcla de materiales. Resulta especialmente llamativo, al margen del vestidor, el revestimiento en espiga de la pared, a juego con el parqué, y el zócalo alto gris. El rincón de relax de la ventana, diseñado a modo de cubo independiente, brinda, además de unas bonitas vistas, un espacio donde relajarse leyendo un libro o 'aburrirse' sin hacer nada. La cama, delimitada espacialmente por una alfombra, juega con el gris en la ropa de cama y el cabecero.
El cuarto de baño del dormitorio principal se aleja de la sobriedad estilística del resto de la casa, adoptando un exótico y agradable ‘aire balinés’. Piedra rugosa con retroiluminación, texturas de madera ricas y abundante vegetación se alían creando un lugar donde relajarse del bullicio de la ciudad y realizarse, incluso, tratamientos de spa en el hogar. La bañera exenta sobre el suelo de madera es toda una declaración.
Fuente: dossier