Muros verdes, mallas, estanterías y macetas: Integrando la vegetación en interiores
No todos los proyectos de arquitectura pueden incorporar un proyecto de paisajismo, considerar un jardín o acceso a amplias áreas verdes. Espacios más pequeños necesitan de estrategias más creativas para incorporar la vegetación.
Independientemente del contexto, las plantas ofrecen beneficios en todo tipo de espacio, como la regulación de la temperatura interior, una opción para la producción sustentable en una escala menor al invernadero, además de sus cualidades estéticas. En este artículo presentamos 4 estrategias simples y una selección de ejemplos para incorporar plantas en espacios de pequeña escala.
Macetas
Disponibles en una amplia variedad de formas, materiales y tamaños, las macetas o maceteros pueden sobreponerse o colgarse para un mayor ahorro de espacio. Si bien cualquier material es apto para macetas de interior, hay algunos factores a considerar para el óptimo desarrollo de la planta:
A diferencia de una creencia popular, la mayor parte de las plantas pueden crecer bien en maceteros de diámetro menor a su copa. Si bien un mayor tamaño brinda mayor comodidad a las raíces, una proporción más equivalente entre diámetro, profundidad y copa será importante sobre todo para árboles, no para plantas de interior.
La elección del material de la maceta impacta especialmente en la temperatura de las raíces. Por ejemplo, los maceteros plásticos expuestos al sol directo se calentarán mucho más que una maceta de material poroso como barro o cerámica. En casos muy escasos (como las orquídeas), una planta necesita de un material específico para crecer.
La mezcla adecuada de sustrato de crecimiento será clave en la mantención del correcto grado de humedad. Las distintas plantas deben contar con condiciones de suelo propias de su entorno natural; diferentes proporciones de tierra de hojas, turba, perlita o arena son necesarias para recrear sus condiciones óptimas de humedad en las raíces. Si la tierra se torna barro con el riego, se debe aumentar la porosidad con arena o perlita.
Existen también macetas de autorriego, normalmente de fibra de vidrio, que funcionan con un depósito de agua oculto en su interior y tubos de absorción. Estas son útiles solamente para plantas que necesitan de riego frecuente y para facilitar tareas de mantención.
Enmallados
Los enmallados o rejillas son una reinterpretación del tradicional parronal, símbolo de lo campestre y forma clásica de la vegetación colgante. Los enmallados son una solución fácil y liviana para incorporar vegetación en muros, escaleras, divisiones interiores o exteriores, ya sea desde el cielo o el suelo del recinto. Requieren específicamente de plantas trepadoras, normalmente de hoja verde y de fácil cuidado:
Hay dos tipos de plantas trepadoras ideales para este tipo de estructura: las trepadoras de tallo voluble (que se enrolla en torno a un soporte), y las de raíces aéreas (pequeñas raíces en la superficie que se adhieren a un soporte). También hay otros tipos de trepadoras que se organizan en torno al soporte gracias a sus hojas o tallo (como las lianas).
Como en otros soportes, la poda es muy importante para darles una dirección de crecimiento (poda de formación) y para su correcto desarrollo (poda de limpieza), asegurándose que se distribuya correctamente la luz. No se debe podar en cualquier momento, sino siempre en su etapa menos activa.
Cabe considerar que las plantas trepadoras normalmente no necesitan un riego abundante, es más común que mueran por exceso que por falta de agua.
Muros verdes
Aunque un poco más complejos de desarrollar y más comunes en fachadas o amplias extensiones de muro, los muros verdes son parte de una tendencia creciente alrededor del mundo y en distintos tipos de proyecto. El sistema es similar al anterior, a base de cables, jardineras verticales o rejillas para que crezcan plantas trepadoras, pero la búsqueda es de volumen y pueden incorporar una mayor diversidad de especies. En interiores pequeños, pueden sumarse a modo de recuadro o en muros puntuales con la correcta iluminación:
Existen en general dos maneras de armar un muro verde: trasplantar pequeñas plantas hacia una estructura vertical (es decir, armar el muro en base al soporte), o elegir especies trepadoras complementarias (armar el muro dirigiendo la planta).
El tipo de muro y su volumen va a depender del sustrato elegido para plantar (por ejemplo suelto o en láminas) y de la estructura (por ejemplo jardinera, bolsillos, esterilla o cableado).
Tanto para esta como para las otras estrategias es muy importante considerar la cantidad de luz natural disponible y la posibilidad de incorporar iluminación artificial para ayudar a las plantas a crecer, así como el sistema de irrigación adecuado para la escala y estructura de tu muro.
Fuente: Dossier