Fachadas metálicas livianas por Laminaire
La incesante evolución técnica y estética de la piel del edificio, ha sido promovida, por un lado, por la búsqueda de la singularidad, y por otro, por la necesidad de dar respuesta a los requerimientos de índole funcional.
La incesante evolución técnica y estética de la piel del edificio, ha sido promovida, por un lado, por la búsqueda de la singularidad, y por otro, por la necesidad de dar respuesta a los requerimientos de índole funcional.
Y es así como desde sus orígenes, el estudio de la fachada metálica como elemento fundamenta del diseño trasciende para lograr prototipos y propuestas de nuevas técnicas constructivas que permiten adecuar las edificaciones contemporáneas a las exigencias de vida actuales basándose también en sus principios de flexibilidad, eficiencia energética y sostenibilidad.
La fachada metálica liviana o ligera ha superado el ámbito de la edificación singular para constituirse en cerramientos para: edificios residenciales, comerciales y/o industriales, permitiendo reducir espesores y admitiendo modificaciones en el tiempo a lo que se ha llamado también “Fachada perfectible” (de Ignacio Patricio y Carlos Ferrater, 2005).
Fachada metálica
La fachada, ofrece la primera imagen del edificio, es su principal tarjeta de presentación y quizá por ellos es el componente que más ha interesado e interesa a arquitectos, fabricantes y usuarios, y es uno de los elementos de la edificación con el que estéticamente, en términos cualitativos y técnicos, más de ha innovado.
Como elemento constructivo en contacto directo con el exterior, la fachada debe garantizar capacidad suficiente para actuar como barrera de protección de los espacios habitados, de ahí que, dejando aparte consideraciones estáticas, se exija a esta piel un optimo comportamiento de acuerdo a las cada vez más exigentes normativas.
Las presentaciones que debe aportar la fachada metálica, se pueden localizar en diferentes zonas del cerramiento y requieren, por tanto, una estratificación de sus componentes y por ser el revestimiento exterior deben ser: resistentes a los rayos del sol, reflectantes, estancos al agua y al viento y permitir, de acuerdo al diseño el paso de luz y/o aire.
Razones fundamentales para la creciente utilización de las fachadas metálicas:
- Liviandad: que permite no sobre cargar a la estructura portante del edificio, colaborando así en reducir
- Concepto de envolvente global: la posibilidad de curvado de piezas metálicas y la incorporación de elementos de cubierta y paños vidriados, permite lograr imágenes singulares
- Rapidez y simplicidad en el montaje gracias a la modularidad y manejabilidad de los componentes: la modulación, prefabricación e industrialización son parámetros que van íntimamente ligados en estos sistemas.
- Otras ventajas, que influyen en la creciente utilización de la fachada metálica son: la ejecución en seco, que constituye una solución duradera, de fácil reemplazabilidad y de reducido mantenimiento, que producto un reducido impacto ambiental, que esta compuesta por materiales reciclable de fácil desmontaje, que no producen escoria ni productos tóxicos ni en su fabricación ni en su instalación, que ofrecen una elevada resistencia a agentes atmosféricos y químicos, que garantiza la impermeabilización de muros perimetrales y estructura y que dota a las edificaciones de una mayor protección térmica y acústica.
Recomendaciones generales en diseño:
- Consideraciones para el calculo estructural, tales como: ubicación y forma del edificio, clima, presión y succión de viento, peso propio del sistema de fachada, uniones entre paneles y juntas de dilatación.
- Diseño y definición de la solución y del sistema: elección de la modulación.
- Elección del sistema de fijación: pernos de expansión y/o anclajes químicos.
- Resistencia: soportar tanto el peso de los paneles como las cargas de viento y sismos.
- Facilidad de montaje: permitir la instalación rápida.
- Facilidad de reposición: Simplificar el montaje de cualquier panel.
- Resistencia a la corrosión: los anclajes de acero deben resistir la corrosión, por eso se realiza un tratamiento galvánico. De lo contario, deberían ser fabricados de acero inoxidable o aluminio.
- Pretratamiento o preparación de la superficie: el cual es uno de los principales procesos que se le debe de dar al producto ya que con este protegemos el material base para que no sea atacado por agentes externos que puedan causar picaduras y posibles puntos de oxidación que se conviertan en focos de corrosión de los materiales.
Y es así como este concepto de fachada metálica, hoy en día a permitido que los procesos de construcción migren a arquitectónica y constructivamente a ser productos que desde toda su cadena de diseño, procesamiento, fabricación, montaje o instalación y permanencia en el tiempo sean un producto moderno de altos estándares y con muy buenas expectativas costo beneficio.
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Fuente: Dossier