El arte de iluminar con estilo

La iluminación ha dejado de ser un recurso meramente funcional para convertirse en un verdadero elemento de diseño capaz de transformar cualquier espacio. Hoy, elegir una lámpara, un aplique o incluso la temperatura de color de una bombilla es una decisión que impacta directamente en la atmósfera de un ambiente, aportando carácter, calidez y personalidad.

Cada rincón de una vivienda puede potenciarse con la luz adecuada. En las salas, por ejemplo, las luminarias colgantes de gran formato no solo cumplen con el rol de iluminar, sino que se convierten en protagonistas estéticos que marcan tendencia. En los dormitorios, las lámparas de mesa o la luz indirecta crean un ambiente íntimo y relajante, ideal para el descanso.

Los materiales también juegan un papel importante en este arte. Pantallas de lino, vidrio esmerilado o metal aportan texturas y reflejos distintos, mientras que los acabados en negro mate, dorado o cobre brindan un aire sofisticado y contemporáneo. La clave está en elegir luminarias que dialoguen con el mobiliario y los colores del espacio, creando un conjunto armónico.

La tecnología, por su parte, ha abierto nuevas posibilidades. Los sistemas de iluminación inteligente permiten controlar la intensidad y el color de la luz desde un dispositivo móvil, adaptándola a diferentes momentos del día o actividades. Con un simple ajuste, un mismo ambiente puede pasar de ser un espacio de trabajo iluminado con luz blanca a un rincón cálido y acogedor para compartir en familia.

Iluminar con estilo no significa llenar de lámparas un espacio, sino seleccionar las adecuadas para que la luz se convierta en un recurso expresivo y funcional. En este equilibrio entre diseño, tecnología y creatividad, la iluminación se consolida como una de las herramientas más poderosas para transformar la experiencia del habitar.

Fuente: DOSSIER